Hoy quería hablar de lo que en mi opinión, son los tres pilares básicos para que la transformación se pueda realizar en una organización y sobre todo para que esta pueda ser mantenida en el tiempo. Estos tres pilares son la mentalidad, las personas y la tecnología. De forma general el primero de ellos, la mentalidad, está presente en todas las transformaciones pero muchas veces los dos siguientes, personas y tecnología, son los grandes olvidados. Entremos en materia y detallamos un poco más cada uno de ellos.
Tabla de contenido
La mentalidad
Uno de los primeros retos a la hora de realizar una transformación es realizar ese cambio de mentalidad que obliga a romper los viejos paradigmas organizacionales. Este cambio de mentalidad tiene mucho que ver con los valores y principios que Agile propugna. Estos valores, deben ser algo más que eslóganes que repetimos una y otra vez o que pintamos en paredes o camisetas. Los valores deben orientar a la organización y a todos sus integrantes a la hora de tomar decisiones. Cuando estos valores son entendidos y aceptados normalmente producen, no solo un cambio en la mentalidad de las personas, si no en la estructura de la propia empresa y a replantearse aspectos como la delegación, la responsabilidad, jerarquías, procesos…
Este cambio obviamente no es sencillo y sobre todo es complicado que perdure en el tiempo si no se ha interiorizado. Esto se refleja claramente en el momento en el que aparecen problemas, que aparecerán. En el caso de una adopción superficial lo más probable es que los encargados de tomar las decisiones vuelvan a sus viejos valores y soluciones.
En este aspecto Scrum, en mi opinión, es una baza muy importante. Obviamente esta implementación debe ir más allá que la simple implementación de roles, artefactos y eventos. Si no somos capaces de entender qué hay más allá de todos ellos, nos quedaremos solo con las formas, sin realizar el cambio profundo que Scrum necesita para funcionar correctamente.
Las personas
A la hora de cualquier transformación las personas, y los equipos que forman estas personas, juegan una baza mucho más poderosa de lo que podemos llegar a pensar. Si contamos con un Dream Team cualquier forma de trabajo será un éxito, por el contrario si las personas no son las adecuadas lo más probable es que cualquier intento de transformación termine en fracaso.
Personalmente me he encontrado a muchas personas que decían que esto no era para ellos, que preferían que les dijeran que era lo que tenían que hacer. Obviamente estos habían entendido cual es la contrapartida a tener un gran poder de decisión, tener una gran responsabilidad en el resultado. Esta afirmación que parece tan obvia, gracias en gran medida a Spider Man, es pasada por alto por muchas personas hasta que se topan de frente con la realidad de acarrear con las consecuencias de sus decisiones.
En mi opinión para ayudarnos en este aspecto lo principal es encontrar ese grupo de early adopters que nos van a ayudar a dar los primeros pasos en la transformación. Estos a su vez, una vez hayan asimilado y comprendido la revolución que se está planteando, servirán de inspiración a otras personas que inicialmente tenían dudas sobre la transformación. Obviamente toda esta rueda gira gracias a la confianza, si no somos capaces de generar confianza estos early adopters pronto se bajaran del carro.
Pero, ¿Qué hacemos con todas esas personas que nunca van a apoyar esta transformación y que además intentan poner piedras en el camino? Por desgracia pocas soluciones hay a este problema. Si, como es mi creencia, estamos viviendo una nueva revolución tenemos que pensar que siempre que esto ha pasado hay gente que se ha quedado en el camino.
La tecnología
En mi opinión la gran olvidada. Cuando hablo de tecnología quiero extenderlo a todos aquellos aspectos técnicos que imposibilitan la transformación. Estos impedimentos se pueden dar tanto en el desarrollo software como en cualquier otro área de la empresa. Pondré un par de ejemplos. El primero, ligado al software, puede ser que nuestro producto sea una aplicación monolítica tan complicada que el tiempo que nos supone realizar cualquier cambio y volver a empaquetarla sean meses. Poniendo un ejemplo del mundo financiero (aviso a navegantes no soy ningún experto) imaginemos una empresa que por normativa ya sea interna o externa solo se puede realizar una petición para una inversión una vez al año y debe ser aprobada por un conjunto de comités que demoran la decisión un par de meses. ¿Cómo podemos implementar una cultura Agile en estos entornos que impiden tomar decisiones rápidas o conseguir un feedback temprano?
Cuando nos enfrentamos a estos aspectos no queda otra que arremangarse y luchar para que todos estos impedimentos desaparezcan lo antes posible y en su caso parar máquinas y poner todo nuestro esfuerzo en solucionar estos impedimentos, un concepto definido como scrumble dentro de “The Nexus framework for scaling scrum”.
En definitiva, a la hora de realizar una transformación tenemos que tener en cuenta que no es solo cosa de realizar un cambio en valores o de implementar un marco de trabajo u otro, si no también de que debemos encontrar las personas adecuadas y preocuparnos de no encontrar impedimentos tecnológicos que imposibiliten conseguir dicha transformación.
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